Sara Ramírez fue durante muchos años una vendedora de una empresa de belleza muy reconocida en latinoamérica: Avon.

Sus esfuerzos, siempre muy constantes, le daban frutos mes a mes para poder sostener a su familia. Lograba muchas ventas, adquirió nuevas posiciones dentro de la compañía, pero había un gran problema:

EN REALIDAD NO ERA SU COMPAÑÍA, NO ERA SU NEGOCIO.

Ese no era un problema serio para ella, no por lo menos en un principio.

Sara, con todo el amor y agradecimiento que sentía por su compañia que le había ayudado a crecer como persona, sentía en lo más profundo de sí que debía hacer algo...

Algo realmente propio.

Fue cuando después de largos años y por un cambio en el liderazgo de su línea de ventas, comenzó a tener problemas en una temporada con algunos de los productos que promocionaba así como también con algunas de sus patrocinadoras.

Los pedidos se retrasaban, algunos llegaban defectuosos y no de buena calidad.

Y para empeorar las cosas parecía que la empresa pasaba por una crisis interna que perjudicaba a sus vendedoras y por ende,  los ingresos que ellas generaban mes tras mes y de los cuales dependian muchas familias.

¿Cómo iba Sara a crear un negocio propio si no tenía mucho dinero para invertir?

¿Cómo iba a hacer para encontrar proveedores confiables o crear sus propios productos?

¿Cómo iba a ser capaz de crear su propia marca y generar resultados en corto tiempo para suplir sus necesidades económicas así como las de su familia?

Todas estas dudas saltaban en la mente de Sara y no tenía idea de cómo iba a hacerlo.

Sin embargo si sabía una cosa...

Fuera como fuera iba a llevar a cabo un plan para hacer realidad su sueño: tener su propio negocio en la industria que tanto le había permitido crecer; la industria cosmética.

Al principio Sara decidió buscar por su cuenta en internet y recopilar toda la información necesaria para iniciar su negocio en la industria cosmética. Sin embargo, reunir la información necesaria para abrir su negocio le tomó más de 2 meses.

Por otra parte, debido a que al inicio decidio hacerlo todo por sus propios medios, Sara pronto se encontró con muchos obstaculos en su emprendimiento:

Sara pensó:

"Si hago exactamente lo que hacen las personas con resultados $$$, lo más probable es que también tenga los mismos (o mejores) resultados que ellos".

Parecía obvio ese pensamiento, pero fue hasta entonces que ella se dio cuenta que en los inicios de su negocio, ella estaba haciendo todo mal.

"Es como montar bicicleta", pensó.

"Si nadie me hubiera enseñado y si no hubiera visto a otros hacerlo, probablemente ahora creería que montar bicicleta es algo imposible."

Sara presentía que ahora las cosas iban a ser diferentes.

Con el programa en su poder, Sara decidió enfocarse en un modelo de negocio muy innovador que encontró, uno que le permitia iniciar a un costo muy bajo su negocio y aún así, tener muy buenos resultados.

¿De qué modelo se trataba?

Ella comenzó a vender productos creados por otras empresas por internet, pero todo bajo su propia marca (esto se conoce como maquila).

De esta forma, no tuvo que invertir en creación de productos, no tuvo que comprar insumos, mucho menos solicitar tediosos permisos sanitarios.

Sara pudo generar sus primeras ventas en el primer mes luego de creado la base inicial de su negocio, y después de 4 meses, Sara ya estaba igualando los ingresos que recibía en su trabajo anterior.

¿La diferencia esta vez?

Ahora ella tiene un negocio propio y el límite es el que ella misma se proponga.

Con los ingresos recibidos, Sara está pensando ahora en crear sus propios productos, para darle un toque más personalizado a su marca y realmente plasmar su propia esencia en su negocio.  

En resumen: Sara creó su propio negocio desde cero y sin invertir mucho dinero.

Solo tuvo que hayar la información correcta, la mentoria adecuada y tomar acción.

La respuesta es simple: No, no si cuentas con la información adecuada.

Las personas exitosas en esta industria tienen un conocimiento profundo del mercado, conocen los modelos de negocio más rentables y saben cómo mantenerse actualizadas en una industria que cambia constantemente.

Por otro lado, las personas que tienen un negocio en esta industria y luchan constantemente para mantenerse a flote no saben nada de la industria a profundidad.

Muchos creen que todo es acerca de tener un producto bonito y venderlo, pero no es así.

Así, si quieres crear tu propio negocio por ti misma tendrás que, al igual que Sara, pasar por todo un proceso de investigación que puede durar meses, claro esta, si decides hacer todo por tu cuenta.

Proveedores, fabricantes, empresas que permitan vender sus productos con tu marca, etc.

Afortunadamente, en este programa encontrarás toda esa información  en un solo lugar.

Y ya que toda esta información proviene de una persona con resultados y una vasta experiencia en la industria (mentoria), te ahorrarás mucho dinero y tiempo de aprendizaje y solo tendrás que aplicar la información que en el programa se encuentra.

La diferencia entonces entre crear tu propio negocio y generar resultados, yace en el tiempo que utilices para aplicar la información del programa, más no en la cantidad de dinero que tengas para invertir o en si tienes o no experiencia en esta industria o los negocios.

LA DECISIÓN QUE TAMBIÉN PUEDE
CAMBIAR TU VIDA

Lee a continuación, muy detenidamente, porque este programa te ayudará a crear tu propio negocio en la industria cosmética y generar resultados en tiempo record.

Lograrás hacer esto al evitar gran parte de los errores, tropiezos y trampas en las que caen muchas personas que inician un negocio en esta industria por sus propios medios.